jueves, 1 de noviembre de 2007

Si las anginas de tu vecino ves engordar..



La felicidad que trae el recuerdo de mis tres hijos disipa las nubes que ocasionalmente se ciernen sobre mi regia y recia testuz cuando el reloj de las guardias desgrana las horas con perezosa lentitud..
Y me parece entonces ver a Elisa,que con un año levantaba el dedo al acercarse su amorosa madre y le decía con diáfana y castellana pronunciación:..Por favor,mamá,¡no empieces con los besitos..!.
Y se enternecen mis pétreas asaduras al recordar a Lucas Juan cuando,intentando yo no auparle al aparcar el coche,levantó sus bracitos y me dijo:-¡Rápido,papá,aúpas,que se va mamá!.
¡Sí,amigo lector,si es que alguno tengo!.¡Cuan alegre es la vida del padre de hijos menudos!.¡Y qué triste es en ocasiones el trabajo que te hurta uno,dos,tres días su visión y su contacto!.¡Si al menos mi labor sirviera de algo..!.Pero basta de inútiles especulaciones.Se acerca otro catarro que precisa mis arduos conocimientos en Mucolíticos y Expectorantes.¡Hazlo pasar,compañero¿.¡Compañero del alma,compañero!.

1 comentario:

otraveztu dijo...

Manda cojones amigo escritor, si eres el peor padre del mundo!