miércoles, 25 de febrero de 2009

CASOS LEVES


Cuando iniciaba mi estéril,alicorta y desorganizada carrera,me vino un dia a la cabeza que las Urgencias de los libros de texto no existían en realidad.Tras un año de guardias rurales en un villorrio de 10.000 almas,si es que se les puede dar ese nombre a los desechos humanos que acudían diariamente en busca,jamás supe de qué,pero de ayuda médica fijo que no,tras un año de ver nimiedad tras nimiedad,llegué a creer que uno podía pasar una vida trabajando en urgencias sin llegar a ver una sola.
Con el tiempo maticé esa creencia,naturellement.
Y en vez de despotricar contra el obtuso que trae un pañal a las cuatro de la mañana e insiste en que lo examines con detenimiento,no sea que algún virus radiactivo haya hecho cagar dos veces en cuatro horas a su tierno infante,decidí tomármelo con buen humor.
El que quiera paradas,politraumatismos,brotes psicóticos,meningitis y similares,que las disfrute.A mi,un buen catarro sin fiebre en un joven agricultor,poner tiritas en las rodillas a los infantes que se caen,recetar antidiarreicos y recomendar dieta astringente,dar paracetamol al que lo pide y hacerle una receta al turista que la olvida,sin abroncarlo ni hoderlo mas de lo que venga,todo ello con buenas dosis de amabilidad,que cura lo suyo,amigos.
En parte por mi manera de ser,barrigón pusilánime que detesta discutir,reñir y decir que no,y en parte por lo mal que nos han tratado en general en nuestros contactos con la red sanitaria publica(cuando ingresaron a ma con TEP,léase tromboembolismo pulmonar masivo,que casi se la lleva al otro barrio,mientras esperaba yo en la sala de espera donde me dijeron que esperara,oi que me llamaban por megafonía y entré en busca de noticias,siendo abroncado por un celador,que Dios borre tan mala simiente de la haz de la tierra,por no haber oido la primera llamada,al haberme inadvertidamente situado en una zona donde el sonido llegaba mal.
Asi que un día me hice una tarjeta que rezaba así:
Fulano de Tal
Licenciado en Medicina y Cirugía
Casos Leves

y esa es mi profesion y especialidad,y aquí está mi burro,que no me dejará mentir.

lunes, 23 de febrero de 2009

Rima,rima,Vecillón..


Ayer tarde,en un rato de paz intraguardiano,perpetré un poemilla para un concurso de poemillas al que me presenté una vez y periódicamente me castigan con invitaciones vía e-mail para que participe en los mensuales concursos que organizan.Para ello,me arrojan unas briznas de rastrera adulación,que yo acojería de mejor grado si me premiaran alguna vez,pues los galardones (creo que 20 euros o así) se los llevan infames porquerías quejumbrosas o escatológicas,lo que,que quié usté que le diga,no me paice a mi eso que José Hierro definió una vez con acertada humildad:...¿Poesía?.¡Y yo que coño se lo que es la Poesía!.
Una vez daban un lote de galletas Cuétara en un concurso y osé enviar lo que sigue (no recuerdo mas que la primera estrofa):

Cuétara,galleta rica,
cumbre de los carbohidratos,
qué buenos ratos,¡qué ratos
pasa aquel que te mastica!

huelga decir que el afortunado ganador del lote presento algo asi :
"Si galletas quieres comer
Cuétara has de tener".
Y se quedó tan ancho,el nota.
Bien es verdad que mis ripios adolecen del romanticismo que quisiera vistieran,cubriendose siempre por ese sentido del humor que sin duda heredé de mi dilecto pater,que en gloria esté,verbigratia:


Que dulce es masticar mientras se besa
el labio fiel de la mujer amada,
y como pesa,amor,¡ay como pesa
la abundancia de chorizo en la fabada..!

Te fui a besar bajo la mortecina
zumbante luz circunpolillada
y al apoyar el codo en la pretina
caí rodando por la balaustrada.

Bueno,el trabajo requiere que asome la bata por los comedores de los provectos Residentes que proceden a iniciar en estos momentos su suculento desayuno.Vale.

viernes, 20 de febrero de 2009

SINGING IN THE MORNING


El pequeño autobus de Riojacar que nos transporta a las 7 desde Logroño hasta Calahorra,y viceversa a las 15h,me recuerda a las excursiones de la infancia (¿se hacía aún la mili con lanza,en aquellos tiempos?) cuando con el corazón contento nos llevaban de la escuela a algun lugar campestre en inolvidable periplo y cantábamos y procurábamos no echar las asaduras si el trayecto era sinuoso.
Aquí vamos unas 15 personas,y no caben mas de veinte.Según las ordenanzas,cuando falte sitio,lo que ya ha pasado,debe descender en primer lugar la trabajadora social y/o el administrativo,seguidamente las auxiliares,aluego servidor (the killhealth o matasanos) y dispués las enfermeras.Parece basarse este razonamiento en que es menos dañino para el servicio el retraso de los primeros (que,todo hay que decirlo,gozaran del viaje en taxi sufragado por Riojacar Co.).
Abandonada hace tiempo la intencion de leer algún libro edificante o provechoso,por estorbar las luces a las mozas que,provistas de almohadas cervicales de baratillo (¡cuan ahorradoras son y serán siempre las hembras humanas!),reclinan al máximo sus asientos y cierran las compuertas de sus ojos,entregándose a quien sabe que sueños o frívolos devaneos.Y si de pronto se encendiera una luz y descubrieran a Rollo Witherspoon,mas conocido entre las gentes como Jorge o " ¡eh,tú !",abriendo con cara de reverencia cualquiera de las aventuras de Carson Napier en Venus,empezarían a chasquear los labios y a fruncir los depilados ceños,para después conminar al insomne a deponer su actitud y apagar la candela.
Asín que pongo en marcha mi Veciphone,sitúo los auriculares en ambos conductos auriculares externos,vulgo CAES,y me duermo al son de algun ídem,o con la grabacion de diversas modalidades de lluvia y viento,que me molan mas que a un silly una gorra a cuadros,si no es con algun audiolibro que descargo tras abonar unas bolsas de oro donde corresponde.
Y hoy es el caso que oia un simpático narcocorrido que empieza así:
" ..Con la pistola en la cintura
y en las botas un tamal,
lo rodearon en la calle
siete de la Judicial.."
Y un poco mas pallá dice:
"..Con la pistola en la mano
y el dedo en el gatillo,
notaron en su mirada
que era un hombre decidido,
porque lo tenían rodeado
pero se veía tranquilo.."

Y en estas,cuando empezaban los tiros,me he puesto a tararear quiza algo mas alto de lo que mandan las costumbres y al abrir los ojos he visto que me miraban alzando cejas y menos mal
que Lorenzo ya despuntaba tras una loma y el Riojacar entraba en la Resi,y cada mochuelo a su
abuelo.Fin.

miércoles, 18 de febrero de 2009

TRILOGIA MOLONKY


Finalizado el libro,en B días,le doy un aprobado alto.Dice el autor en acabando que es el primero de una trilogia,lo que parece indicar que llegaran al Purgatorio.Este primer tomo finaliza al emprender el viaje,con mucho suspense.Como era inevitable,aunque yo lo hubiese preferido,gran parte relata las atrocidades de la guerra,lo que me quita una miajica las ganas,pero el resto está francamente bien.
Y para despedirme,el grito de guerra cimmerio:...¡Ooosasunaaatracatrá!.

lunes, 16 de febrero de 2009

plano coronal versus plano sagital

Lo que,naturellement,voyons!,no es mas que una mas de las sandeces que me asaltan con harta frecuencia y pongo por escrito.
Ando de guardia y me he traido un libro,no de melecina,que de esos porto siempre media docena aquí y allá,sino de sana diversión y entretenimiento:"Inquietud en el Paraiso" de un tal Oscar Esquivias.El argumento no puede ser mas interesante:en Burgos,cercano el Alzamiento de Mola & company,un canónigo expone en una conferencia una curiosa teoría,que Il Purgatorio de Dante es un libro de viajes donde se señala el camino allí,que al parecer está en lo alto de una montaña y el se dispone a viajar a él,llevando a cuantos quieran acompañarle.
Empieza bien,muy buena prosa y personajes pintorescos,verborreicos y graciosos.Pero luego llega la historia paralela de la conspiracion militar y el autor se explaya sobre la vida,costumbres y otros detalles de los burdeles,lo que en mi modesta opinion,en literatura ha de ser breve y escasamente procaz,pues si no,cae la historia en el terreno cutre y pierde altura.y en la página 80,vive Dios que se ha vuelto asaz cutre y empiezo,contra mi costumbre,a saltarme párrafos y páginas,en busca de lo interesante,es decir,la teoria del padre Cosme Herrera y el viaje al Purgatorio.
Y nada,lo único que eso.

jueves, 12 de febrero de 2009

Sitiado por la tercera edad



Mientras siento no poder ayudar a Felipe,cuyo principal deseo es irse a su casa,algo que no esta en mi mano ni en la suya,abre la puerta Justina (es la tercera vez y son las 11 de la mañana).La cierra al ver a Felipe.Instantes despues la abre J.D.,mi bestia negra (esta mañana he estado buscando una puerta trasera para poder esquivarle pero,cachislá,no hay).Ve que está Felipe y la cierra (generalmente no lo hace y desde la puerta me comenta sus dolencia o peticiones,y no una vez,sino con dos o tres repeticiones).Instantes despues vuelve a abrirse la puerta.
-Luego bajaré-amenaza J.D-.
-Vale-asiento y notando como la luz de la mañana y mi ánimo decaen varios grados-.
Oigo la voz de Justina en las cercanías.Felipe me habla.Suena mi móvil.Es madre.Entablamos el habitual diálogo de besugos sordos.
-¿Eres tú,hijo?
-Si,¿como estás?
-¿Qué?
--¿Cómo estás?
-¿Qué dices?.
-Nada
.....
-¿Vendras luego a verme?
-No puedo,tengo que llevar a Lucas al Pediatra
-¿Qué?
-Que no.
-¿Qué?
-¡¡que no-!!
-No te oigo.
.....
-Bueno,te espero.Adios.
-Adios,mamá.
-Dale un beso a los niños
-Si
-¿Que tal estan los niños?
-Bien,bien
-¿Qué?
-¡Bien!
-Dale un beso
-Si
-Y recuerdos para tu mujer.
-Si
-¿Vendras luego?
-No,no puedo
-¿Qué?
-Luego hablamos,mamá.
-Te esperare por si vienes.
-Muy bien
-¿Has dicho bien?
-Si.
-Dale un beso a los niños.
-¡Si.Adios,mamá!
En este punto he de colgar antes de que la desesperacion se apodere de mi.
La puerta se abre.JD habla.
-Luego bajo.
Asiento ya sin fuerzas.Felipe me mira con curiosidad.Oigo a Justina aproximarse.

miércoles, 11 de febrero de 2009

when de hair-in-face of your neighbourg you see cut..


No viene a nada esa tonteria.God,como me fastidia la lejana cercanía del desayuno .¿Por que no metí en mi motxila media docena de biscuits o sabrosas tortas?.Cuando me convoquen al almuerzo no tengo mas que un breve sandwich de york'jam.Ya oigo la revolucion de mis clorhídricos.Ya chocan contra las rugosas paredes gastrosas pidiendo condumio que deshacer.Calma,pequeños,pronto se abrirá el cardias o el píloro,ya no me acuerdo,y caerá el brot y el jam y cesará esta tortura,por el gran batracio verde.

viernes, 6 de febrero de 2009

oh tempora,oh mores


si es que se escribe asi,que me paice que no.
Acaba de fenecer,sospecho que por aburrimiento,la pagina de escribeme.org,donde entre cuantos quisieran,se escribia una novela,párrafo a párrafo.Desde hacia algun tiempo solo escribia yo,y se publica de forma extraña y como automatica un párrafo cada mes,eliminando los diez o doce que le acompañaban.
Pena me da,y por no tirarlo,voy a poner aqui unos de aquellos párrafos.Hélos.



logo





Mónica salió de su casa abrochandose hasta arriba su cazadora de cuero color butano.Se había puesto,en lo que ella creía un alarde de sobria elegancia para su entrevista con la Inspectora,unas botas de tacón de aguja a juego con la cazadora y un pantalón de pana verde oliva.Cerca de la Comisaría el nerviosismo se transformó en un apetito voraz y entró en el Café de Los Artistas,con la intención de tomar un piscolabis.


El alegre Café de los Artistas,situado frente a la Comisaria Central,hervía de parroquianos a aquellas horas de la mañana.Margarita hizo una seña al camarero,que se acercó solícito.

-¿Lo de siempre,Inspectora?

-Lo de siempre,Juan.

Instantes después el camarero depositaba frente a Margarita una taza de chocolate caliente y un plato con media docena de porras recien salidas de la sartén.


El helicóptero Seahawk pintado completamente de negro y sin marcas de identificación ni luces de posición se colocó encima de la azotea del edificio del Corte Inglés.Tres cables descendieron de la bodega de carga y tres hombres bajaron con sorpredente celeridad.Los tres vestían de negro de los pies a la cabeza y llevaban el rostro cubierto.Al llegar a la azotea se desengancharon los arneses-guía y corrieron hacia el edificio contiguo,el de la Comisaría Central.

-Debería verle un médico,Inspectora-dijo Roberto de Sousa,preocupado-esa herida no tiene buen aspecto-.

-Tiene razón-dijo Mónica-.¿Está segura de que el chaleco antibalas ha desviado el proyectil?.

-¡Seguro!-respondió Margarita restañando la sangre de su hombro con un pañuelo de seda de alegres colores-.No es nada que no arregle una noche de descanso y un buen cigarro.


La puerta de la Sala de Interrogatorios se abrió con un chirrido desagradable.Tendré que apremiar a los de mantenimiento-se dijo Margarita-.Hace un mes que les avisé del escape del lavabo y de esta maldita puerta y como si nada.Si no empiezan a arreglar las cosas mandaré un informe al Comisario Junyent.

-Adelante,doctor Roviret-dijo al hombrecillo que trasponía el umbral con paso desmañado-aquí tiene a su paciente-.

-¿Qué diablos..?-graznó con voz temblorosa-.

Roberto de Sousa,que había estado buscando su palillo en el suelo y lo había encontrado detrás de un bate de base ball con restos de cabello y sangre que estaba descuidadamente apoyado en un rincón,junto a otros instrumentos del arsenal habitualmente utilizado en los interrogatorios,se acercó andando a trompicones hasta el cadáver y con un gemido se desplomó encima de él. La Inspectora pulsó la tecla de descolgar y se llevó el aparato a la oreja.

-¿Inspectora Roqueta?-dijo una voz con fuerte acento altoaragonés-.¿Está usté ahí,inspectoraa..?.

-Inspectora Roca al habla-respondió Margarita con tono seco-.Identifíquese.

-¿Cómo dicee..?.¿Es usté la Inspectora Roquetaa..?

-¡Roca!.¡Me llamo Roca!.¡Identifíquese!.

El yelmo no paró el hacha

Ni la cota las lanzadas;

Volaron cuervos y grajos

Y fuyeron las mesnadas.

Si los cántaros derraman

El agua clara del río,

Y las cítaras endulzan

De la plebe el sucio oído,

Si el gavilán no se alza

Con su poder de la rama;

Si tu gallarda figura

No esgrime la cimitarra

Cuando los cuernos te llaman

A luchar en la batalla;

Dime,perro renegado,

Dime,cristiano cautivo,

¿a quién cantarás tus quejas?.

¿a quién los tuyos suspiros?.

El doctor Roviret se arrodilló junto a Mónica y dejo el maletín en el suelo.Observo la tenue respiración y el color del rostro con aire profesional,mientras se ajustaba sus gafas con gesto nervioso,que tendian a resbalar del puente grasiento de su nariz picada de viruelas y sacó un ajado estetoscopio del bolsillo de su cazadora de piel de serpiente.En ese momento reparó en el cuerpo caido del ninja y abrió la boca con sorpresa,que pronto dejó paso al miedo.

Roberto de Sousa,que habia estado buscando su palillo en el suelo,y lo había encontrado detrás de un bate de base ball con restos de sangre que estaba descuidadamente apoyado en un rincón,junto a otros instrumentos del arsenal habitualmente utilizado en los interrogatorios,se acercó con pasos temblorosos hasta el cadáver y con un gemido se desplomó encima de él.En ese momento la luz se apagó.Se oyó un crujido de cristales,seguido de una ráfaga de ametralladora.En el pasillo sonaron gritos,carreras y la alarma antiincendios.

-¡Cullons!-exclamó el doctor Roviret,y la inspectora detectó en su voz cascada un inquietante timbre de puro terror-.

Pete Zancaxos,cabo primero de la 32ª Aerotransportada del Cuerpo de Marines de U.S.A. lanzó nuevamente su cuchillo de combate sobre la foto de Pepp Munné.

Honorato Grimau alcanzó silenciosamente a Juan García en el pasillo del segundo piso.Sin hacer ruido,cogió de la bandeja una ensaimada y se metió en el primer despacho,cerrando la puerta tras de sí.De pronto,sintió un mareo que convirtió en gelatina sus robustos miembros,y un olor que le era extrañamente familiar se abrió paso entre las circunvoluciones de su cerebro mientras el suelo subía hacia su cara y lo apagaba todo entre destellos azulados.

El Comisario Junyent levantó la vista de la memoria anual de mossos d´esquadra del area metropolitana,que ojeaba desde hacía un rato distraídamente,y siguió con su mirada la silueta del camarero que recorria en aquel momento el pasillo al que daba su despacho,esparciendo una nube de olor a ensaimada que quitaba el sentido.

-A ver si acaba esto pronto y puedo tomar las de Ipanema-pensó Roberto Nelson de Sousa recorriendo sin disimulo el cuerpo atractivo de Margarita Roca y cabeceando con aprobación-.Debí haberme comido unos ñoquis antes de venir.Menuda garota,no está mal para ser una oficiala,no señor.

El ascensor se detuvo con un chirrido brusco y una sacudida en la planta primera.El viejo Eguren del 87 gimió y las luces parpadearon hasta apagarse.Una inquietante oscuridad se adueñó del interior.De pronto,un chasquido y un rayo de luz penetraron simultáneamente iluminando el desvencijado interior.Las puertas se abrieron lentamente.

Juan García sacó del horno una bandeja enorme con dos docenas de ensaimadas de buen tamaño.Miró disimuladamente en derredor y al verse en la soledad,arrancó un pedazo del tamaño de un soberano de oro y se lo llevó a la boca con ansia.

-¡Hosti,tú!-chilló al quemarse el belfo y unos pelos del bigote-.

Camino de la Comisaría Central,Mónica Alberta Salinas Gurucharri,sintió de pronto un hambre voraz,algo que solo solía acontecerle cuando hacía el amor recién despertada por la mañana.Miró en derredor en busca de una pastelería y sus soñadores ojos verdes se detuvieron en el rótulo de neón de la Cafetería Guajira,que se ofreció a sus apetencias como el maná a los israelitas tras unas jornadas de marcha por el desierto.

El ascensor se detuvo con un chirrido brusco y una sacudida en la planta primera.El viejo Eguren del 87 gimió y las luces parpadearon hasta apagarse.Una inquietante oscuridad se adueñó del interior.De pronto,un chasquido y un rayo de luz penetraron simultáneamente iluminando el desvencijado interior.Las puertas se abrieron lentamente.Juan García creyó escuchar una respiracion jadeante en medio de un silencio ominoso.Se estremeció y cerró los ojos,parpadeando con un tic que le aparecía siempre en los momentos de tension.

La puerta de la Cafetería Guacamole crujió suavemente al empujarla un hombrecillo calvo de rostro alegre y mirada vivaz.Se acercó con pasos cortos y rápidos hasta la barra y tomó asiento en uno de los taburetes metálicos adosados a ella.

-¿Qué va a tomar el señor?-preguntó obsequiosamente Juanillo,el camarero,saliendo desde la puerta giratoria de la cocina-.

-Un coca-cola y un pincho de tortilla,por la gloria de mi padre.

Roberto Nelson de Sousa do Río Guarana caminó por la Avenida Botafogo buscando desesperadamente una boca de metro o un sitio para ocultarse.

Había notado que le seguían dos hombres desde que había salido aquella mañana de la casa de O Meu Favor,en la favela de Cortedali,tras una noche de juerga con unos clientes.

La cabeza le daba vueltas y sentía el estómago revuelto.

-Si tan solo pudiera tomar un desayuno en condiciones-gimió-.

El doctor Roviret abrió el primer cajón de su despacho y sacó una hogaza de pan gallego,una bota llena de crianza de Muga y un paquete de sobrasada artesana,que le regalaba cada año para la matanza su primo de Es Migjorn Gran.

Relamiéndose,abrió la navaja suiza que siempre llevaba en el bolsillo de la faltriquera y se dispuso a almorzar como un capitán general.

El Comisario Junyent se limpió los labios con la servilleta y disimuló como pudo un incontenible eructo que el trasiego algo apresurado de las incomparables fabes con almejes de la Cafetería Paralel le había provocado.

-Diablos-pensó con el hablar llano de su infancia rural en Graus-casi me se escapa un renglote.

La inspectora Roca continuó tecleando con soltura en su computadora hasta que el declinar de la luz le hizo darse cuenta de la hora.Sacó de su bolso un pequeño tupper y una cuchara de plata y comió,silenciosa y rápidamente,su platillo de choucrutte con salsa tártara.

-Este pelmazo no se despierta-murmuró mirando el cuerpo desmadejado que yacía en el suelo.

En el Bar Trompetas,sentados en una mesa alejada de la puerta,Honorato Grimau y Celestino Roviret comían con apetito su acostumbrado almuerzo de huevos fritos con chistorra.

-¡Psst.!.¡Juan!.¡Traenos un tinto de la casa y unas olivicas,has favor!-dijo el médico haciendo una seña al camarero que deambulaba por la barra frotando el mostrador con un trapo o gamuza.

La flecha entró por la ventana que Margarita acababa de abrir para airear un poco el despacho,donde las acelgas que acababa de comer habían dejado un persistente olor.

En el rostro de Roberto de Sousa se dibujó una expresión de indignado asombro cuando el proyectil le atravesó el cuello de la camisa de baratillo y desgarrándola,se clavó en la puerta del despacho.

Con gesto hábil,adquirido tras muchas horas de práctica,Monica Salinas lanzó al aire la tortilla de patatas que estaba ultimando y la recogió en su reluciente sartén.

-¡Mmm..!-dijo David,que sentado a la mesita de formica de la cocina,contemplaba con aprobación los quehaceres de su novia,mientras picoteaba unos altramuces-.¡Huele que estraciende,cari!

-¿Un poco mas de escalibada,señor Comisario?-preguntó la Inspectora Roca,acercando el cucharón a la fuente-.

-Venga-respondió alegremente Clodomiro acercando su plato-.Que el peso de las armas no se puede llevar sin el gobierno de las tripas.

-Amén,amén-apostilló con sorna Roberto de Sousa,incapaz ya de tomar un bocado mas-.¡Buff,estoy ahito!.

Tras comprobar que la puerta de su depacho estaba cerrada y la persiana de la ventana no dejaba resquicio a la curiosidad ajena,Margarita se sentó en su silla y se dispuso a informar a su superior.Introdujo el índice derecho en el hueco supraclavicular izquierdo y presionó sobre el diminuto transmisor de borio magnetizado que llevaba fijado al hueso con un anclaje de colágeno enzimático.

-Conectando la cámara preretiniana-dijo una voz metálica en idioma galáctico común-.

Algo cayó con fuerza inusitada sobre los hombros de David Torre,haciendole rodar y morder el polvo.No consiguió ponerse boca arriba,ni mover los brazos,presos en una fortísima llave.Una voz grave y bien timbrada hizo una extraña pregunta y después apretó aún mas hasta hacer crujir los hombros,en oleadas insoportables de dolor.

-¿Ka-goda?

El atardecer posó su manto sobre las calles de la ciudad,invitando al descanso a sus bulliciosos habitantes.Las calles y plazas se inundaron con los apetitosos olores de las cocinas y densas nubes que sabían a cardo,acelgas y cilantro se posaron con incitante suavidad en las húmedas callejas.

Mónica Salinas se contempló con aprobación en el espejo del vestidor.Su melena cobriza caía en sugerentes cascadas sobre su espalda musculosa,curtida en horas de natacion y de gimnasio.Si,decididamente la ropa negra y ceñida le sentaba muy bien.Terminó de pintarse los labios con un tintineo suave de sus ajorcas de plata y se dispuso a acudir a la cita con la Inspectora en Comisaría.

Cuando iba a entrar en la Comisaría,un rugido en las tripas recordó a Sandoval que no había comido nada desde anoche.Titubeó un momento y finalmente giró sobre sus talones y apresuró el paso,dirigiéndose al Bar Montjuic,que a través de sus puertas abiertas a la bulliciosa Avenida despedía un sabroso olor a fritanga y a vino derramado.

La inspectora Roca amartilló su pistola y observó perpleja a Roberto Nelson de Sousa dos Santos,que se había apoyado en su mesa y sorbía el frasco de pepinillos con ansia y concentración.De vez en cuando eructaba y daba una patada suave al torso de Mauricio Ngué,que se retorcía en el suelo,manchando su impecable traje de Armani con las inmundicias que alfombraban el suelo.

La puerta del lavabo se abrió con violencia sobre la espalda de Juan García,lanzándolo contra la pared.Su cabeza chocó contra las otrora blancas baldosas y sus dedos se aflojaron como cuerdas de guitarra al romperse.El C4 cayó a la taza salpicando de orines el rostro tumefacto y desvanecido del etarra.

-¡Oh,perdón!-dijo el subinspector Brandauer-.

Y con un movimiento ejecutado con sorprendente rapidez,agarró con ambas manos el bate ensangrentado al tiempo que propinaba al sorprendido agente una fuerte patada en los testículos.

-Debía parecer una accidente-dijo Roberto y escupió sobre los impecables castellanos del agente Ngé una muela empapada de sangre-.David Torre chocaría frontalmente con él en la carretera de Candasnos,por donde iba a trabajar todos los dias en su viejo Gordini tuneado.

-¿Esperas que nos traguemos eso?-gruñó Margarita Roca-.¿Matar al Secretari General Técnico de la Conselleria de Turismo por no incluir unos viñedos en el Plan de Ayuda Enológica de Interes Turistico?.

Mutraka,hijo de Mutriro,echó hacia atrás el poderoso brazo y lanzó su venablo con todas sus fuerzas contra el hombre que salía en aquel momento de la Comisaría y se detenía en la escalinata para encender su pipa.Mutraka había cazado así muchas veces a Bara,el ciervo,pero aquel hombre maldito,el que había robado a su hermano Roberto,era mas rápido y mas temible que Muto,el rinoceronte.

La furgoneta subió encima de la acera y se detuvo con un desagradable chirrido de frenos.Las puertas de la desvencijada DKV se abrieron y siete de los hermanos Gabarri de Tudela salieron empuñando navajas y gayatas de madera retorcida.El que parecía ser el jefe hizo un gesto con la mano alzada,llamando a los demas y empezó a subir las escaleras de la Comisaría a trote gorrinero.

El agente Mauricio Ngué deslizó sus manos nudosas sobre los trapecios de la Inspectora Roca y los masajeó con delicadeza y precision.Cuando estaba tan cerca de Margarita se sentía embriagado por su perfume y debía hacer un esfuerzo para no inclinarse y besar aquella nuca delicada.Nunca en horas de trabajo le dijo una vez su jefa,cuando se estremeció bajo sus brazos.

-Cúbreme-gritó Honorato Grimau al subinspector Brandauer-.

Cogiendo con firmeza la recortada,abrió la puerta de la Comisaría de una patada y empezó a disparar en modo automático a los belicosos gitanos que soltaron su primitivo armamento y corrieron a refugiarse en su furgoneta.Sin dejar de reir,dió vuelta al cascarrio y reventó las cuatro ruedas,mientras los hermanos Gabarri le contemplaban tras las sucias ventanillas con ojos de espanto.

El agente Mauricio Ngué deslizó sus manos nudosas sobre los trapecios de la Inspectora Roca y los masajeó con delicadeza y precision.Cuando estaba tan cerca de Margarita se sentía embriagado por su perfume y debía hacer un esfuerzo para no inclinarse y besar aquella nuca delicada.Nunca en horas de trabajo le dijo una vez su jefa,cuando se estremeció bajo sus brazos.

El venablo rompió el cristal de la puerta y se clavó en el tablón de corcho de anuncios que había sujeto en la columna principal del vestíbulo.Un hombre que esperaba sentado que llegara su turno para poner una denuncia empezó a reir mientras las manos le temblaban incontrolablemente.

El sexto sentido que había salvado cien veces la vida en la selva al tarmangani flexionó los poderosos músculos de sus piernas y el venablo pasó por debajo de él,inofensivo como una de las ramitas que arroja para divertirse el pequeño Manu,el mico.

El chino sirvió el pedido y se retiró andando hacia atras mientras hacia obsequiosas reverencias.Su larga y aceitada coleta ondeaba a lo largo de la espalda de su amarillo vestido de seda bordado con garzas,como una bandera de oracion en el mastil del chorten.

La inspectora Roca partió un trozo de ensaimada con las manos y tras ofrecer a sus hombres,que rechazaron con un movimiento de cabeza el convite,la mojó en su vaso de cola cao y la comió con placer,sin importarle que un reguero rebalara por su barbilla y goteara sobre la barra.

La doctora Ramírez caminaba silbando una tonadilla de moda,dirigiendose al Ambulatorio a por un talonario de recetas que le hacia falta,cuando un reconfortante tufillo a tostada de sobrasada se coló directamente en alguna cicunvolucion de su cerebro y le hizo detenerse en seco.

-¡Ostras!-dijo,y sin pensarselo dos veces entró en la tasca de donde provenía aquel olor maravilloso.

El chino entró en la trastienda caminando hacia atrás.Se sentó en un taburete lacado en negro y de un pequeño armario camuflado bajo el fregadero sacó una pipa de opio que encendió con deliberada lentitud.

Una brisa otoñal agitaba suavemente las copas de los castaños de indias que verdoreaban las aceras de la avenida Grajarran.Una hilera de cirrocúmulos procedentes del mar ocultaba de forma intermitente el sol de la mañana.En el interior del Café Shangai dos hombres y una mujer miraban tras los amplios ventanales el devenir de las gentes.

-El trabajo del policía es duro-dijo la inspectora Roca posando su vaso de cola-cao sobre el mostrador con un ruido seco-.

-Hay que hacer lo que hay que hacer-gruñó Grimau observando a una joven morena que acababa de entrar y se dirigia con los ojos entrecerrados y una sonrisa hacia el surtido de bollería y pinchos que Wang Fei acababa de disponer siguiendo las antiguas reglas del arte del feng-shui.

lunes, 2 de febrero de 2009

¿Qué traerás,febrero..?


Descanso para el cabrero,labor para el peluquero,fortuna para Vecilla Platero y pies para que os quiero..
Mientras escucho a la pobre Plácida relatarme por quincuamillonésima vez su florida sintomatologia delirante y aguardo a que finalice su desahogo con un poco de llanto,se abre la puerta y asoma un anciano sordo que suele abrirla,mirarme con expresión impávida y cerrarla,para repetir el proceso minutos después.Como no le ladro,abre cajones y los cierra,hasta que algun abuelete le recrimina su conducta a voces (inútil,pues que está como una tapia) algú auxiliar o enfermera le agarra y lo deposita en otro lado.
Plácida prosigue hablando de su inminente muerte.Ha mejorado desde que reduje su medicacion de forma paulatina,pero en progresion.No mejora,pese a todo,su cuadro nocturno,en el que se siente que ha muerto al rato de acostarse y pide socorro,sin obtener mas que respuestas destempladas de sus vecinos y trabajadores.Mientras escribo estas,llamémosles notas que ahora tienes en las sucias manos,¡oh,mal lavado lector!,va tranquilizándose o aburriendose (yo escucho con cierta amabilidad y empatía,pero mi cara de besugo pierde encanto rápidamente hasta para mis mas dedicados pacientes).
Aurelio espera fuera desde hace un buen rato para que le vea un oido que le duele (Plácida se ha colado,como suele),y me levanto para poner fin a la entrevista con Plácida,que Dios guarde..
Sic eras in fatis.